ABDUCCION (Relato paranoico)
Me desperté y estaba todo a oscuras, estaba desnudo, tumbado en un habitáculo pequeño y cuadrado en el que solo había una puerta por la que entraba un poco de luz a través del hueco que quedaba entre está y el suelo. Se escuchaba un gentío inmenso y unos altavoces que no paraban gritar algo en un idioma totalmente desconocido para mí.
Empecé a recordar, el día anterior cuando subí a la terraza a ver las estrellas, todo fue muy rápido, solo recuerdo a un hombrecillo diminuto que desprendia una luz roja brillante que se coloco frete a mi y sentí una sensación que me provocó un desmayo, algun ser de inteligencia superior me habia llevado hacia ese habitáculo.
No entendía que hacía allí, quizás yo era alguien al que esperaba ver todo ese gentío que no paraba de corear extrañas canciones y frases repetitivas al unísono.
Yo, era un científico que recientemente había recibido el premio novel por mis investigaciones innovadoras, y era considerado unos de los hombres mas inteligentes de la tierra, quizás estos seres esperaban que yo les hablase sobre la tierra, nuestras costumbres, o quizás sobre mis investigaciones.
Tenía miedo, miles de ideas pasaban por mi cabeza, quizás me querían para ayudarles a forjar un plan para destruir la tierra
De repente se abrió la puerta y la luz del exterior me cegó, los seres se pusieron a gritar más fuerte, se notaba excitación en el tono del gentío, ahora ya estaba seguro de que lo que esperaban era a mí. Mis ojos empezaron a adaptarse a la luz, era una especie de plaza redonda y enorme rodeada por gradas, miles de esos seres saltaban de excitación.
Me decidí a asomarme e hice un gesto de saludo con una mano, de repente note un dolor cortante y frío en mi dedo índice, inmediatamente baje la mano y la mire, algo me había seccionado limpiamente el dedo a la altura de donde comienza la uña, la sangre brotaba como una pequeña fuente, mire al frente y vi como un diminuto ser que no alzaba mas de un palmo descendía del cielo y se posaba en el suelo de la plaza mirándome, estaba desnudo y tenia apariencia humanoide, con la cabeza grande y unas manos con muchos dedos.
El pequeño ser se ilumino de un color rojo muy brillante y comenzó a mover los brazos, supongo que quería llamar mi atención, yo mostré intenciones de no querer pelea, levante mi mano derecha con la palma extendida en señal de paz, de inmediato aquel ser desprendió un rayo del diámetro de un fino hilo y muy brillante que impacto en mi ojo izquierdo, sentí el dolor mas punzante que he sentido jamás, inmediatamente deje de ver por ese ojo y note como la sangre recorría mis mejillas para caer sobre mi pecho mas tarde, estaba claro que ese hombrecillo estaba dispuesto a hacérmelo pasar muy mal si no me enfrentaba a el.
Corrí hacia el ser intentando aplastarlo con mi pie, pero fue muy rápido y se desplazo sin mover un músculo y levitando a ras del suelo para evitarlo, ya de cerca vi que llevaba una especie de espada en una mano, corrí para separarme de el, pero cuando lo perdí de vista note un corte en el talón del pie derecho, el dichoso ser me había cortado parcialmente los tendones y el dolor era aun mas terrible que el del ojo.
La rabia me dominó, me lancé hacía el para intentar cogerlo con la mano y reventarlo, pero una vez mas el hombrecillo se desplazo, esta vez hacia arriba y me di de bruces contra el suelo quedando tumbado boca-abajo, sentí una punzada en el cuello y deje de sentir mi cuerpo de cuello hacia abajo, por un momento puede sentir como el hombrecillo levantaba mi cabeza seccionada del cuerpo e incluso pude ver como la mostraba al público mientras levitaba.
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-Para estos seres el protagonista era un animal inferior, sin inteligencia, un espécimen de los mejores de una raza de animales agresivos capaces de exterminarse a ellos mismos que en comparación con su raza era incapaz de razonar lógicamente, y con el demostraban que la superioridad mental puede a la física sobradamente.
El hombrecillo era un artista que mataba mediante practicas que ponían de manifiesto su inteligencia y rapidez, era admirado por los suyos. Y esque el destino de los humanos es morir y a los integrantes de la plaza les daba igual la vida de ese ser insignificante.
Para esa raza un humano era como para nosotros es un toro, ¿a que a un torero no le parecería arte esto?¿a que le parecería un asesinato?.
Al igual que estos seres no entendían que un ser humano sintiera y pensara, algunos humanos no entienden que los animales también piensan y sienten a nivel diferente que las personas. O quizás son unos egoístas que no quieren ver lo evidente.
Empecé a recordar, el día anterior cuando subí a la terraza a ver las estrellas, todo fue muy rápido, solo recuerdo a un hombrecillo diminuto que desprendia una luz roja brillante que se coloco frete a mi y sentí una sensación que me provocó un desmayo, algun ser de inteligencia superior me habia llevado hacia ese habitáculo.
No entendía que hacía allí, quizás yo era alguien al que esperaba ver todo ese gentío que no paraba de corear extrañas canciones y frases repetitivas al unísono.
Yo, era un científico que recientemente había recibido el premio novel por mis investigaciones innovadoras, y era considerado unos de los hombres mas inteligentes de la tierra, quizás estos seres esperaban que yo les hablase sobre la tierra, nuestras costumbres, o quizás sobre mis investigaciones.
Tenía miedo, miles de ideas pasaban por mi cabeza, quizás me querían para ayudarles a forjar un plan para destruir la tierra
De repente se abrió la puerta y la luz del exterior me cegó, los seres se pusieron a gritar más fuerte, se notaba excitación en el tono del gentío, ahora ya estaba seguro de que lo que esperaban era a mí. Mis ojos empezaron a adaptarse a la luz, era una especie de plaza redonda y enorme rodeada por gradas, miles de esos seres saltaban de excitación.
Me decidí a asomarme e hice un gesto de saludo con una mano, de repente note un dolor cortante y frío en mi dedo índice, inmediatamente baje la mano y la mire, algo me había seccionado limpiamente el dedo a la altura de donde comienza la uña, la sangre brotaba como una pequeña fuente, mire al frente y vi como un diminuto ser que no alzaba mas de un palmo descendía del cielo y se posaba en el suelo de la plaza mirándome, estaba desnudo y tenia apariencia humanoide, con la cabeza grande y unas manos con muchos dedos.
El pequeño ser se ilumino de un color rojo muy brillante y comenzó a mover los brazos, supongo que quería llamar mi atención, yo mostré intenciones de no querer pelea, levante mi mano derecha con la palma extendida en señal de paz, de inmediato aquel ser desprendió un rayo del diámetro de un fino hilo y muy brillante que impacto en mi ojo izquierdo, sentí el dolor mas punzante que he sentido jamás, inmediatamente deje de ver por ese ojo y note como la sangre recorría mis mejillas para caer sobre mi pecho mas tarde, estaba claro que ese hombrecillo estaba dispuesto a hacérmelo pasar muy mal si no me enfrentaba a el.
Corrí hacia el ser intentando aplastarlo con mi pie, pero fue muy rápido y se desplazo sin mover un músculo y levitando a ras del suelo para evitarlo, ya de cerca vi que llevaba una especie de espada en una mano, corrí para separarme de el, pero cuando lo perdí de vista note un corte en el talón del pie derecho, el dichoso ser me había cortado parcialmente los tendones y el dolor era aun mas terrible que el del ojo.
La rabia me dominó, me lancé hacía el para intentar cogerlo con la mano y reventarlo, pero una vez mas el hombrecillo se desplazo, esta vez hacia arriba y me di de bruces contra el suelo quedando tumbado boca-abajo, sentí una punzada en el cuello y deje de sentir mi cuerpo de cuello hacia abajo, por un momento puede sentir como el hombrecillo levantaba mi cabeza seccionada del cuerpo e incluso pude ver como la mostraba al público mientras levitaba.
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-Para estos seres el protagonista era un animal inferior, sin inteligencia, un espécimen de los mejores de una raza de animales agresivos capaces de exterminarse a ellos mismos que en comparación con su raza era incapaz de razonar lógicamente, y con el demostraban que la superioridad mental puede a la física sobradamente.
El hombrecillo era un artista que mataba mediante practicas que ponían de manifiesto su inteligencia y rapidez, era admirado por los suyos. Y esque el destino de los humanos es morir y a los integrantes de la plaza les daba igual la vida de ese ser insignificante.
Para esa raza un humano era como para nosotros es un toro, ¿a que a un torero no le parecería arte esto?¿a que le parecería un asesinato?.
Al igual que estos seres no entendían que un ser humano sintiera y pensara, algunos humanos no entienden que los animales también piensan y sienten a nivel diferente que las personas. O quizás son unos egoístas que no quieren ver lo evidente.
9 comentarios
Christian Louboutin rz -
camomila -
un besote
jana -
Me ha encantado.
Schaeffer -
Por cierto, un buen referente podría ser la película "El Planeta de los Simios", la buena, la de Charlton Heston.
el_espectador -
La moraleja es que un ser humano podria resultar tan insignificante como una mosca para otro ser superior.
tan insignificante como un animal para algunos humanos.
Schaeffer -
la vecinita -
el_espectador -
Steam Man -